Olvidémonos de la falsa guerra política sobre el fondo offshore creado por el difunto padre del Primer Ministro David Cameron. Esta es una atracción secundaria de los Papeles de Panamá que está desviando la atención de un atraco que está malversando miles de millones de dólares de los países africanos más pobres del mundo, reforzando la pobreza, minando el crecimiento y facilitando la corrupción a escala industrial.
Durante los últimos 15 años la vasta riqueza en recursos naturales de África ha actuado como un imán para la inversión extranjera. Mucha de esa inversión se ha canalizado hacia paraísos fiscales, con las Islas Vírgenes Británicas (IVB) como parte de la elección. Se han hecho fortunas. Las élites se han enriquecido. Pero el boom de los minerales ha hecho poco para mejorar las vidas de las personas corrientes.
Parte de la explicación puede rastrearse a través de una red de secretismo en paraísos fiscales.
Consideremos el caso de Beny Steinmetz, un nombre prominente en la lista de inversores de los Papeles de Panamá. En 2008, la compañía del señor Steinmetz registrada en las Islas Vírgenes Británicas, BSG Resources, se aseguró los derechos del 50% de la participación en uno de los yacimientos de mineral de hierro más ricos del mundo, la mina Simandou en Guinea, sin pagar nada en ese momento pero con la promesa de futuras inversiones (BSGR dice que invirtieron 160 millones de dólares en Simandou y otros proyectos en Guinea). Dos años más tarde la mitad de la participación se vendió a la compañía brasileña Vale por 2.500 millones de dólares, aproximadamente el doble del presupuesto anual de Guinea
El milmillonario y filántropo sudanés Mo Ibrahim ha descrito a los corredores de bolsa de Guinea como “idiotas, o criminales, o ambas cosas”. Los investigadores en Guinea han denunciado que BSG Resources estaba implicada en una mordidapagada a la esposa del antiguo presidente del país, Lansana Conte, enviada a través de otra compañía registrada en las Islas Vírgenes Británicas. El señor Steinmetz niega que haya delito, pero la falta de transparencia de las empresas registradas en las Islas Vírgenes Británicas ha bloqueado las investigaciones.
Otro nombre en la lista de los Papeles de Panamá es Dan Gertler. Hace dos años, el Africa Progress Panel (APP) -liderado por el ex Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan- y Global Witness -un grupo de campaña anticorrupción- investigaron cinco grandes ventas de concesiones en la República Democrática del Congo (RDC) entre 2010 y 2012. Cada una implicaba a empresas registradas en las Islas Vírgenes Británicas y vinculadas al señor Gertler, que tiene lazos muy cercanos con el Presidente Kabila.
En cada caso, y de acuerdo con las estimaciones de APP y Global Witness, Mr. Gertler se adjudicó concesiones de recursos naturales a precios muy por debajo de las valoraciones de mercado. Las pérdidas para el Estado de la RDC como resultado de la infravaloración sistemática fueron de 1.400 millones de dólares, casi el doble de presupuesto anual de la RDC para salud y educación sumadas. Esto en un país con una de las tasas de mortalidad infantil más alta y 7 millones de niños sin colegio.
¿Por qué las agencias estatales de la RDC malvenden sus principales activos? Las preguntas planteadas por Annan permanecen sin respuesta, en parte porque el secreto bancario de las Islas Vírgenes Británicas hace imposible determinar si los líderes políticos de la RDC son beneficiarios de las compañías del señor Gertler o no.
La República Democrática del Congo también figura en nuevas pruebas surgidas de los Papeles de Panamá. Khulubuse Zuma, sobrino del presidente Jacob Zuma, está asociado con una empresa registrada en las Islas Vírgenes Británicas, Caprikat Ltd, que compró un campo petrolífero en la RDC en 2010, después de arrebatárselo a un inversor rival.
Algunas empresas señaladas en los Papeles de Panamá han usado paraísos fiscales para lo que se describe eufemísticamente como ‘planificación fiscal agresiva’. Los papeles hablan de contables que trabajan para Heritage Oil y Gas Seeking para evitar pagar 400 millones de dólares en impuestos sobre los beneficios a Uganda por el procedimiento de trasladar el registro de la compañía de las Bahamas a Mauricio (que tiene un acuerdo de doble de imposición con Uganda por el cual las empresas pagan impuestos sólo en uno de los países, y Mauricio no grava los beneficios de capital). Incluso Starbucks y Google se revolverían ante esta desfachatez, aunque se ha informado de que Heritage dijo que el movimiento fue parte de una ‘redomiciliación’ de una empresa subsidiaria que empezó mucho antes de tener ningún conflicto sobre los impuestos con Uganda.
Se estima que el mal gobierno y la falta de transparencia cuestan a África hasta 82.000 millones de dólares al año
Los Papeles de Panamá han puesto el foco en un turbio mundo de finanzasoffshore, un mundo en el cual las fronteras entre la actividad comercial legítima y las finanzas ilícitas son cada vez más borrosas. En relación con los ingresos nacionales, el África subsahariana paga el precio más alto del mundo por el mal gobierno y la falta de transparencia asociadas a las finanzas offshore.
Una estimación sitúa las pérdidas en 82.000 millones de dólares al año, gran parte vehiculada a través de paraísos fiscales. Son recursos que se necesitan desesperadamente para invertir en escuelas, salud e infraestructura. Para poner esta vía de agua en contexto, por cada dólar que África consigue en ayuda, pierde 1,30 dólares en evasiones ilícitas.
Las élites corruptas usan abundantemente las oportunidades de los paraísos fiscales. En Tanzania, el Comité de Cuentas Públicas encontró que un acuerdo energético que implica al proveedor estatal Tanesco había saqueado 120 millones de dólares del Banco Central a través de cuentas en paraísos fiscales, lo que provocó que los donantes retiraran la ayuda. Con un salario modesto publicado como ministro de educación, Teodorín Obiang, hijo del Presidente de Guinea Ecuatorial, compró a través de compañías offshore una mansión de 30 millones de dólares en Malibú, una flota de coches de lujo (que incluía 7 Rolls Royce, 8 Ferraris y 5 Bentleys), un avión Gulfstream, y unos 3 millones de dólares en recuerdos de Michael Jackson, incluyendo el guante original de Thriller. Unos 30 millones de dólares en activos fueron devueltos a Guinea Ecuatorial en 2014 después de una sentencia por una demanda civil de confiscación en Estados Unidos, aunque el señor Obiang logró quedarse con el guante.
Los Papeles de Panamá han levantado nuevas preguntas sin respuesta. ¿Por qué el Gobierno de Ruanda estableció una compañía en las IVB para alquilar aviones para sus líderes, y quién se beneficia? ¿Por qué el segundo juez más importante de Kenia, un país donde la corrupción masiva es deporte de élite, está vinculado al menos a 11 compañías en las IVB? ¿Cómo pudo James Ibori, antiguo gobernador del Estado del Delta en Nigeria ahora condenado a 13 años en el Reino Unido por fraude y robo de 50 millones de dólares, abrir cuentas bancarias, comprar propiedades y abrir empresas pantalla en Londres y Suiza?
Es hora de actuar
No toda la actividad offshore es dañina para los intereses de África. Los fondos en el exterior pueden permitir a los inversores sumar financiación para infraestructuras y otras inversiones a través de estructuras eficientes que no añadan más impuestos. El problema es una falta de transparencia en algunas jurisdicciones que emborrona las líneas entre la actividad legítima y el crimen, lo que expone a los inversores a potenciales riesgos.
Hace tres años el Sr. Cameron demostró un gran liderazgo para llevar la evasión fiscal a la cima de la agenda del G8. El mes que viene será el anfitrión de una cumbre para abordar la corrupción. ¿Qué mejor oportunidad de impulsar la acción?
Los líderes africanos que asistan a la cumbre pueden ser justificadamente llamados a defender sus historial en transparencia. Pero los ciudadanos africanos seguramente tienen derecho a esperar que el Reino Unido siga los principios que plantea para otros.
Es hora de deshacerse del manto de secretismo y legislar para todos los territoriosoffshore vinculados al Reino Unido, para establecer registros públicos completos de propiedad de los beneficios. Es evidente que la actual política de buscar intercambios voluntarios de información entre los paraísos fiscales y las autoridades que deben hacer cumplir la ley en el Reino Unido no está funcionando, ni para Gran Bretaña ni para África.
Fuente: https://www.odi.org/